1 - 15 Texto bíblico
1 Por aquellos días, al multiplicarse [el número] [de] los discípulos, surgió una queja de parte de los [judíos] helenistas en contra de los judíos [nativos,] porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria [de los alimentos]. 2 Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. 3 Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu [Santo] y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. 4 Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra. 5 Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos. 7 Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. 8 Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. 9 Pero se levantaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, [incluyendo] tanto cireneos como alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia, y discutían con Esteban. 10 Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. 11 Entonces, en secreto persuadieron a [algunos] hombres para que dijeran: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y [contra] Dios. 12 Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre [él], lo arrebataron y [lo] trajeron en presencia del concilio. 13 Y presentaron testigos falsos que dijeron: Este hombre continuamente habla en contra de este lugar santo y de la ley; 14 porque le hemos oído decir que este nazareno, Jesús, destruirá este lugar, y cambiará las tradiciones que Moisés nos legó. 15 Y al fijar la mirada en él, todos los que estaban sentados en el concilio vieron su rostro como el rostro de un ángel.
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