1 - 28 Texto Bíblico
1 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 Hijo de hombre, habitas en medio de la casa rebelde; tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde. 3 Y tú, hijo de hombre, prepárate el equipaje del destierro y sal al destierro de día, ante sus ojos; sal al destierro desde tu lugar a otro lugar, ante sus ojos. Quizá entiendan, aunque son una casa rebelde. 4 Saca tu equipaje como equipaje del destierro, de día, ante sus ojos. Entonces sal tú por la tarde, ante sus ojos, como los que salen al destierro. 5 Ante sus ojos haz un hueco en el muro y sal por él. 6 Ante sus ojos carga [el equipaje] sobre los hombros [y] sáca[lo] en la oscuridad. Cúbrete el rostro para no ver la tierra, porque por señal te he puesto a la casa de Israel. 7 Yo hice tal como se me había mandado. Saqué mi equipaje de día como el equipaje de un desterrado; y al atardecer cavé con mis manos a través del muro; salí en la oscuridad y cargué [el equipaje] sobre los hombros, ante sus ojos. 8 Y vino a mí la palabra del SEÑOR por la mañana, diciendo: 9 Hijo de hombre, ¿no te ha dicho la casa de Israel, [esa] casa rebelde: «¿Qué estás haciendo?». 10 Diles: «Así dice el Señor DIOS: “Este oráculo [se refiere] al príncipe en Jerusalén y a toda la casa de Israel que está en medio de ella” ». 11 Di: «Yo soy vuestra señal; como he hecho, así se hará con ellos; irán al destierro, a la cautividad». 12 Y el príncipe que está en medio de ellos, cargará [su equipaje] sobre los hombros en la oscuridad, y saldrá. Cavará un hueco en el muro para sacar[lo.] Cubrirá su rostro para no ver la tierra con sus ojos. 13 Extenderé mi red sobre él y quedará preso en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, a la tierra de los caldeos; pero no la verá, y morirá allí. 14 Y a todos los que los rodean, sus servidores y todas sus tropas, esparciré a todos los vientos y sacaré la espada tras ellos. 15 Y sabrán que yo soy el SEÑOR cuando los disperse entre las naciones y los esparza por las tierras. 16 Pero preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde vayan, y sepan que yo soy el SEÑOR. 17 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 18 Hijo de hombre, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y angustia. 19 Y di a la gente de la tierra: «Así dice el Señor DIOS acerca de los habitantes de Jerusalén sobre el suelo de Israel: “Comerán su pan con angustia y beberán su agua con terror, porque su tierra será despojada de su abundancia a causa de la violencia de todos los que habitan en ella. 20 Las ciudades habitadas serán devastadas y la tierra vendrá a ser una desolación; y sabréis que yo soy el SEÑOR” ». 21 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 22 Hijo de hombre, ¿qué proverbio es ese que vosotros tenéis acerca de la tierra de Israel, que dice: «Se alargan los días y desaparece toda visión»? 23 Por tanto, diles: «Así dice el Señor DIOS: “Haré cesar este proverbio para que ya no lo usen como proverbio en Israel”. Diles, pues: “Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión. 24 Porque ya no habrá ninguna visión falsa ni adivinación lisonjera en medio de la casa de Israel. 25 Porque yo, el SEÑOR, hablaré, y toda palabra que diga se cumplirá. No se demorará más, sino que en vuestros días, oh casa rebelde, hablaré la palabra y la cumpliré —declara el Señor DIOS” ». 26 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 27 Hijo de hombre, he aquí, la casa de Israel dice: «La visión que él ve es para [dentro de] muchos días, y para tiempos lejanos él profetiza». 28 Por tanto, diles: «Así dice el Señor DIOS: “Ninguna de mis palabras se demorará más. Toda palabra que diga se cumplirá” » —declara el Señor DIOS.
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