Isaías

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Isaías 57

El Santo de Israel

1 - 21 Texto Bíblico

1 - 21 Texto Bíblico

1 El justo perece, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo, 2 [y] entra en la paz. Descansan en sus lechos, los que andan en su camino recto. 3 Mas vosotros venid acá, hijos de hechicera, descendientes de adúltero y ramera. 4 ¿De quién os burláis? ¿Contra quién abrís la boca y sacáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos de rebeldía, descendientes de la mentira; 5 [que] ardéis con pasión entre los robles, bajo todo árbol frondoso; que sacrificáis los hijos en las quebradas, debajo de las hendiduras de las peñas? 6 Entre las [piedras] lisas de la quebrada está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; también para ellas has derramado libación, has ofrecido ofrenda de cereal. ¿He de aplacarme con estas cosas? 7 Sobre un monte alto y encumbrado has puesto tu cama; allí también subiste a ofrecer sacrificio. 8 Y detrás de la puerta y del umbral has puesto tu señal. En verdad, bien lejos de mí te has descubierto, y has subido [y] ensanchado tu cama; de ellos has logrado pacto a tu favor, has amado su cama, has contemplado [su] virilidad. 9 Has ido al rey con ungüento, y has multiplicado tus perfumes; has enviado tus emisarios a gran distancia, y [los] has hecho descender al Seol. 10 Te cansaste por lo largo de tu camino, [pero] no dijiste: «No hay esperanza». Hallaste nuevas fuerzas, por eso no desfalleciste. 11 ¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, cuando mentiste y no te acordaste de mí, ni pensaste en ello? ¿No es acaso porque he guardado silencio por mucho tiempo que no me temes? 12 Yo declararé tu justicia y tus hechos, pero de nada te aprovecharán. 13 Cuando clames, que tus ídolos te libren; pero a todos se los llevará el viento, un soplo [los] arrebatará. Pero el que en mí se refugie, heredará la tierra, y poseerá mi santo monte. 14 Y se dirá: Construid, construid, preparad el camino, quitad los obstáculos del camino de mi pueblo. 15 Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito [en] lo alto y santo, y [también] con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos. 16 Porque no contenderé para siempre, ni estaré siempre enojado, pues el espíritu desfallecería ante mí, y el aliento [de los que] yo he creado. 17 A causa de la iniquidad de su codicia, me enojé y lo herí; escondí [mi rostro] y me indigné, y él siguió desviándose por el camino de su corazón. 18 He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y le daré consuelo a él y a los que con él lloran, 19 poniendo alabanza en los labios. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca —dice el SEÑOR— y yo lo sanaré. 20 Pero los impíos son como el mar agitado, que no puede estar quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 21 No hay paz —dice mi Dios— para los impíos.

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