1 - 14 Texto Bíblico
1 Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño. 2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima; 3 y junto a él [hay] dos olivos, uno a la derecha del depósito y el otro a la izquierda. 4 Continué, y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto señor mío? 5 Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y respondí: No, señor mío. 6 Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: «No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu» —dice el SEÑOR de los ejércitos. 7 «¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, [te convertirás en] llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de “¡Gracia, gracia a ella!” ». 8 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 9 Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos [la] acabarán. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. 10 ¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; [estos son] los ojos del SEÑOR que recorren toda la tierra. 11 Entonces hablé, y le dije: ¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro? 12 Hablé por segunda vez, y le dije: ¿Qué son las dos ramas de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el [aceite] dorado? 13 Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué son estos? Y yo dije: No, señor mío. 14 Entonces él dijo: Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra.
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