1 - 17 Texto bíblico
1 Entonces respondió Job, y dijo: 2 Aun hoy mi queja es rebelión; su mano es pesada no obstante mi gemido. 3 ¡Quién me diera saber dónde encontrarle, para poder llegar hasta su trono! 4 Expondría ante Él [mi] causa, llenaría mi boca de argumentos. 5 Aprendería yo las palabras [que] Él me respondiera, y entendería lo que me dijera. 6 ¿Contendería Él conmigo con la grandeza de [su] poder? No, ciertamente me prestaría atención. 7 Allí el justo razonaría con Él, y yo sería librado para siempre de mi Juez. 8 He aquí, me adelanto, y Él no está [allí,] retrocedo, pero no le puedo percibir; 9 cuando se manifiesta a la izquierda, no [le] distingo, se vuelve a la derecha, y no le veo. 10 Pero Él sabe el camino que tomo; [cuando] me haya probado, saldré como el oro. 11 Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado. 12 Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida. 13 Pero Él es único, ¿y quién le hará cambiar? [Lo que] desea su alma, eso hace. 14 Porque Él hace lo que está determinado para mí, y muchos [decretos] como estos hay con Él. 15 Por tanto, me espantaría ante su presencia; [cuando lo] pienso, siento terror de Él. 16 [Es] Dios [el que] ha hecho desmayar mi corazón, y el Todopoderoso [el que] me ha perturbado; 17 pero no me hacen callar las tinieblas, ni la densa oscuridad [que] me cubre.
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