1 - 33 Texto bíblico
1 Entonces continuó Eliú, y dijo: 2 Espérame un poco, y te mostraré que todavía hay más que decir en favor de Dios. 3 Traeré mi conocimiento desde lejos, y atribuiré justicia a mi Hacedor. 4 Porque en verdad no son falsas mis palabras; [uno] perfecto en conocimiento está contigo. 5 He aquí, Dios es poderoso pero no desprecia [a nadie], es poderoso en la fuerza del entendimiento. 6 No mantiene vivo al impío, mas da justicia al afligido. 7 No aparta sus ojos del justo, sino que, con los reyes sobre el trono, los ha sentado para siempre, y son ensalzados. 8 Y si están aprisionados con cadenas, y son atrapados en las cuerdas de aflicción, 9 entonces les muestra su obra y sus transgresiones, porque ellos se han engrandecido. 10 Él abre sus oídos para la instrucción, y ordena que se vuelvan del mal. 11 Si escuchan y [le] sirven, acabarán sus días en prosperidad y sus años en delicias. 12 Pero si no escuchan, perecerán a espada, y morirán sin conocimiento. 13 Mas los impíos de corazón acumulan la ira; no claman pidiendo ayuda cuando Él los ata. 14 Mueren en su juventud, y su vida [perece] entre los sodomitas de cultos paganos. 15 Él libra al afligido en medio de su aflicción, y abre su oído en [tiempos de] opresión. 16 Entonces, en verdad, Él te atrajo de la boca de la angustia, a un lugar espacioso, sin limitaciones, en lugar de aquella; y lo que se puso sobre tu mesa estaba lleno de grosura. 17 Pero tú estabas lleno de juicio sobre el malvado; el juicio y la justicia se apoderan [de ti.] 18 [Ten cuidado,] no sea que el furor te induzca a burlarte; no dejes que la grandeza del rescate te extravíe. 19 ¿Te protegerán tus riquezas de la angustia, o todas las fuerzas de [tu] poder? 20 No anheles la noche, cuando los pueblos desaparecen de su lugar. 21 Ten cuidado, no te inclines al mal; pues has preferido este a la aflicción. 22 He aquí, Dios es exaltado en su poder, ¿quién es maestro como Él? 23 ¿Quién le ha señalado su camino, y quién [le] ha dicho: «Has hecho mal»? 24 Recuerda que debes ensalzar su obra, la cual han cantado los hombres. 25 Todos los hombres la han visto; el hombre desde lejos [la] contempla. 26 He aquí, Dios es exaltado, y no [le] conocemos; el número de sus años es inescrutable. 27 Porque Él atrae las gotas de agua, [y] ellas, del vapor, destilan lluvia, 28 que derraman las nubes, [y] en abundancia gotean sobre el hombre. 29 ¿Puede alguno comprender la extensión de las nubes, [o] el tronar de su pabellón? 30 He aquí, Él extiende su relámpago en derredor suyo, y cubre los abismos del mar. 31 Pues por estos [medios] Él juzga a los pueblos, [y] da alimento en abundancia. 32 Él cubre [sus] manos con el relámpago, y le ordena dar en el blanco. 33 Su trueno anuncia su presencia; también el ganado, respecto a lo que se levanta.
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