1 - 18 Texto bíblico
1 ¿Por qué, oh SEÑOR, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación? 2 Con arrogancia el impío acosa al afligido; ¡que sea atrapado en las trampas que ha urdido! 3 Porque del deseo de su corazón se jacta el impío, y el codicioso maldice [y] desprecia al SEÑOR. 4 El impío, en la altivez de su rostro, no busca [a Dios]. Todo su pensamiento es: No hay Dios. 5 Sus caminos prosperan en todo tiempo; tus juicios, [oh Dios,] están en lo alto, lejos de su vista; a todos sus adversarios los desprecia. 6 Dice en su corazón: No hay quien me mueva; por todas las generaciones no sufriré adversidad. 7 Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; bajo su lengua hay malicia e iniquidad. 8 Se sienta al acecho en las aldeas, en los escondrijos mata al inocente; sus ojos espían al desvalido. 9 Acecha en el escondrijo como león en su guarida; acecha para atrapar al afligido, [y] atrapa al afligido arrastrándolo a su red. 10 Se agazapa, se encoge, y los desdichados caen en sus garras. 11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha escondido su rostro; nunca verá nada. 12 Levántate, oh SEÑOR; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres. 13 ¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha dicho en su corazón: Tú no [lo] requerirás. 14 Tú [lo] has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer justicia con tu mano. A ti se acoge el desvalido; tú has sido amparo del huérfano. 15 Quiebra tú el brazo del impío y del malvado; persigue su maldad [hasta que] desaparezca. 16 El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra. 17 Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón [e] inclinarás tu oído 18 para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra.
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