1 - 13 Texto bíblico
1 Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: Guardaré mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca como con mordaza, mientras el impío esté en mi presencia. 2 Enmudecí y callé; guardé silencio [aun acerca] de lo bueno, y se agravó mi dolor. 3 Ardía mi corazón dentro de mí; mientras meditaba, se encendió el fuego; [entonces] dije con mi lengua: 4 SEÑOR, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy. 5 He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es solo un soplo. (Selah) 6 Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula [riquezas,] y no sabe quién las recogerá. 7 Y ahora, Señor, ¿qué espero? En ti está mi esperanza. 8 Líbrame de todas mis transgresiones; no me hagas la burla de los necios. 9 Mudo me he quedado, no abro la boca, porque tú eres el que ha obrado. 10 Quita de mí tu plaga; por la dureza de tu mano estoy pereciendo. 11 Con castigos corriges al hombre por [su] iniquidad; como la polilla, consumes lo que es más precioso para él; ciertamente, todo hombre es solo un soplo. (Selah) 12 Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; no guardes silencio ante mis lágrimas; porque extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis padres. 13 Aparta de mí tu mirada, para poder alegrarme, antes de que me vaya [de aquí], y ya no exista.
Explicación aún no disponible.