Introducción
Sólo podrás entender bien esta carta si has leído la primera carta a los Corintios. En aquella carta, Pablo tuvo que escribir sobre muchas cosas que iban mal con los corintios. Está muy emocionado por ver cómo recibieron la primera carta. ¿Habían escuchado lo que les había escrito en aquella carta o la habían arrancado con ira? Él no lo sabía y por eso esperaba ansiosamente su respuesta. Afortunadamente, recibió la noticia de que la carta había sido bien recibida. No desaparecieron inmediatamente todos los problemas, pero se habían tomado la carta a pecho y consintieron en cooperar con él para rectificar las cosas.
Cuando Pablo se enteró de esto, se sintió muy feliz. Por eso vuelve a tomar la pluma y les escribe de un modo que toca los corazones y los sentimientos. Aquí abre su corazón sin reparos. A veces parece como si fuera a perder el hilo, porque su corazón está tan lleno y tiene que decirles tantas cosas. Pero aunque en esta carta te encuentres con muchos temas diferentes, se puede ver un orden impresionante.
Lo que hace que esta carta sea tan impresionante es que parece que está escrita especialmente para ti. Ciertamente no te encontraste en todas las situaciones en las que estuvo Pablo y lo más probable es que no llegues a encontrarte en tales situaciones. Sin embargo, puedes aprender mucho del ejemplo de Pablo sobre cómo se comportó en esas situaciones. Esto, por supuesto, te será de gran ayuda. Cualquiera que quiera servir a Cristo en su vida tendrá que enfrentarse a situaciones difíciles. Lo mismo ocurrirá en tu caso si quieres servir a Cristo.